La densa construcción de dos capas de los años 40 de esta franela de 100% algodón le da una hermosa caída y un tacto suave y terso que la hace un poco más refinada que sus hermanos con más textura. El patrón de cuadros está claramente delineado en el tejido de sarga, lo que hace que el patrón de azul marino y blanco se destaque sobre el suelo de pizarra. Es una tela escocesa de aspecto clásico, fresca y no demasiado atrevida, sin dejar de ser divertida e interesante. Llévalo por fuera con vaqueros desgastados o por dentro de unos pantalones de piel de topo y encima de un suéter.